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Enfoque cognitivo conductual: qué abarca y cómo trabaja en niños con autismo.

  • Foto del escritor: Roxana Portocala
    Roxana Portocala
  • 15 ene
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 16 ene


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El enfoque cognitivo conductual (ECC) es una de las terapias más efectivas para abordar las necesidades de niños con trastorno del espectro autista (TEA). Este enfoque combina estrategias que trabajan tanto los pensamientos como los comportamientos para ayudar a los niños a manejar sus emociones, mejorar sus habilidades sociales y afrontar desafíos cotidianos.


¿Qué abarca el enfoque cognitivo conductual?

El ECC se centra en entender cómo los pensamientos influyen en las emociones y comportamientos de una persona. En el caso de los niños con autismo, este enfoque abarca:

  1. Habilidades sociales: Ayuda a los niños a comprender y responder adecuadamente a señales sociales, como expresiones faciales, tono de voz y lenguaje corporal.

  2. Manejo de emociones: Enseña estrategias para identificar, expresar y regular emociones como la frustración, la ansiedad y la tristeza.

  3. Resolución de problemas: Proporciona herramientas para afrontar situaciones desafiantes, desde conflictos con otros niños hasta cambios inesperados en la rutina.

  4. Flexibilidad cognitiva: Trabaja en la capacidad de adaptarse a nuevas situaciones o perspectivas, algo que puede ser un desafío para muchos niños con TEA.


¿Cómo trabaja el ECC en niños con autismo?

El ECC utiliza un enfoque estructurado y personalizado para abordar las necesidades individuales de cada niño. Algunas de las estrategias más comunes incluyen:

  • Identificación de pensamientos y emociones: Los terapeutas ayudan a los niños a reconocer sus pensamientos y cómo estos afectan sus sentimientos y comportamientos.

  • Modelado y práctica: Los niños aprenden nuevas habilidades observando ejemplos y practicándolas en un entorno seguro.

  • Refuerzo positivo: Se utiliza para motivar a los niños a implementar conductas adecuadas.

  • Planes visuales y estructurados: Herramientas como gráficos y cronogramas visuales facilitan la comprensión y el seguimiento de actividades.

Juegos de rol: Ayudan a los niños a practicar interacciones sociales y a desarrollar habilidades como compartir, turnarse y resolver conflictos.


Beneficios del enfoque cognitivo conductual en niños con TEA

  1. Mejora en la comunicación: Ayuda a los niños a expresar sus necesidades y sentimientos de manera más efectiva.

  2. Reducción de ansiedad: Enseña estrategias para manejar situaciones que generan estrés o ansiedad.

  3. Habilidades sociales más fuertes: Facilita la interacción con otros niños y adultos, promoviendo relaciones más positivas.

  4. Aumento de la independencia: Al desarrollar habilidades de resolución de problemas, los niños pueden manejar mejor su entorno.


Limitaciones y consideraciones

Aunque el ECC es altamente efectivo, su éxito depende de factores como la edad del niño, el nivel de apoyo disponible y la consistencia en la aplicación de las estrategias. Es fundamental trabajar con terapeutas especializados que adapten las técnicas a las necesidades específicas de cada niño.

El enfoque cognitivo conductual es una herramienta poderosa para apoyar el desarrollo emocional, social y conductual de niños con autismo. Su capacidad para abordar pensamientos, emociones y comportamientos de manera integrada lo convierte en una opción ideal para muchas familias.

Si buscas orientación sobre cómo implementar este enfoque en el desarrollo de tu hijo, agenda una consulta con nosotros. Ofrecemos atención integral y personalizada para apoyarte en este proceso. Este artículo es informativo y no sustituye una consulta profesional. Estamos aquí para ayudarte.




 
 
 
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